El
dinero es como las relaciones :solo una experiencia que nos ayuda y
permite redefinirnos mejor como seres en evolución, experimentando
facetas de nosotros mismos que necesitamos aprender, pero también
suele ser como las relaciones ,uno de los procesos que en este
peregrinaje del alma ,más nos va a enseñar.
Es
imposible que el dinero no signifique emociones, creencias,
pensamientos, mitos, percepciones, y hasta representaciones
diferentes para todos y esto es porque el dinero en sí, es solo una
herramienta
para experimentar la verdadera experiencia que importa,
nosotros ,en la relación con nuestro poder personal y ésta es la
prueba más interesante en esta forma de vida.
Desde
un nivel puramente material es importante contar con los medios
materiales de subsistencia, sin embargo, la carrera del dinero se
convierte en una trampa, en un sueño (a veces en una pesadilla),
cuando nuestros deseos de llenar el gran vació personal que nos
invade queremos subsanarlo puramente con dinero. De igual forma de
acuerdo a que aprendizajes estemos completando con el dinero, así
como que pensamientos, emociones y creencias, tengamos acerca del
experimentaremos 4 diferentes niveles.
Niveles
en nuestra relación de aprendizaje con el dinero:
Si
bien es cierto que cada uno de nosotros se encuentra a un nivel
vivencial en relación con el dinero, como y de donde proviene esta
experiencia y porque estamos en uno y no en otro nivel viene dado por
las diferentes relaciones que establecemos con el dinero. Las cuales
son perspectivas experienciales en nuestro aprendizaje financiero.
Es
decir los 4 niveles en relación al dinero:
Sobrevivencia
Confort
Abundancia
Riqueza.
I
nivel:
Supervivencia:
Es
el nivel donde estamos “luchando”, esforzándonos por cubrir
nuestras más elementales necesidades: comida, vestido, vivienda, así
sea básica, salud, etc.
Dentro de este nivel también hay
subniveles, aquellos que viven en pobreza extrema se hallan en este
nivel en modalidades muy elementales, y como cada nivel conlleva
pensamientos, emociones y estados vibratorios que la caracterizan, en
el nivel supervivencia dichas emociones son de desconfianza, falta de
fe y desamparo, acompañados de pensamientos negativos, de desilusión
y una rata vibratoria muy densa.
Quienes
estamos en niveles más avanzados tenemos la obligación espiritual
de ayudar a salir a quienes aún no han logrado mayor conciencia, no
dándoles dinero, sino presentándole oportunidades de despertar a su
propia elección y comprensión de la materia. Y de su potencial
personal.
II
nivel:
Confort.
Una
vez hemos superado la sobrevivencia, buscamos el confort. Ahora es
importante no solo cubrir nuestras necesidades básicas, sino
cubrirlas con comodidad. Este nivel también es amplio y algunos
tienen un confort simple, mientras otros buscan ya comodidades a
nivel personal, familiar, de vivienda, educación, vestido,
alimentación. Aquí ya se piensa en desarrollar más el área
intelectual, y cultural, aunque sin muchos lujos.
Este
nivel aún conlleva temores, pero estos se manejan. No se cree en la
abundancia, como concepto y se siente que la vida se mantiene al ras,
pero si se deja de luchar puede decaer y se teme a la escasez, aunque
no se viva en ella.
Aquí
la gente se alimenta, se viste y hasta estudia, pero la consciencia
es de escasez.
III
nivel:
Abundancia:
Vivir
en nivel abundancia, significa reconocerse productor y sentirse
además satisfecho por lo que se recibe.
Es
un nivel donde se pierde el temor a la escasez, y la persona reconoce
que vive no solo con comodidades sino con posibilidades. Se puede dar
lujos y los disfruta. Es capaz de obtener lo que quiere y se sitúa
en posiciones de tranquilidad económica interna y externa.
Este
nivel incluye dos tipos:
Nivel
abundancia económica:
Se refiere a la capacidad de generar y recibir dinero de manera
considerable, pero sin que ello implique necesariamente que la
persona se sienta satisfecha y autorrealizada, tampoco incluye
necesariamente consciencia personal de abundancia en forma integral.
Por ejemplo una persona que gana bastante dinero, pero no disfruta de
el, por estar muy ocupada produciéndolo y tal vez en formas que
tampoco le proporcionan satisfacción personal, podría tratarse de
personas que posean mucho dinero en forma accidental: una lotería,
una herencia, pero que no están familiarizadas con el, relacionadas
satisfactoriamente con lo material.
En este subnivel el temor existe,
pero está reprimido, y se convierte en obsesión por acumular más
para evitar vivenciar sensaciones de “vacío” y escasez que se
intentan llenar con más dinero.
Nivel
abundancia integral:
Es cuando la persona no solo se siente en disfrute económico, sino
personal. Percibe autorrealización y hace lo que le gusta. Es
generadora de riqueza, entendiéndose por esta, no solo dinero, sino
ideas, bienes y servicios, y esta sensación le produce un alto grado
de satisfacción. Tiene conciencia de abundancia, fe, confianza y
esto redunda en su entorno personal.
Este
tipo de abundancia es la única real porque aquí no existe el miedo
y además la persona está conectada con un sentido de misión o
servicio personal que le permite realizar lo que ama y recibir dinero
de manera natural en su vida.
IV
-Riqueza:
Finalmente
el nivel riqueza implica la obtención, posesión y manejo de grandes
sumas de dinero, y por supuesto la capacidad de generar más, así
como la constante producción de riqueza en forma de: ideas, bienes y
servicios, ya sea empresas, más bienes o dinero en circulación.
Este
nivel es muy importante ya que de como se llegue a él, puede
depender la vida e historia de sí mismo y de muchas otras personas.
Si a este nivel llegamos por el camino de la abundancia integral,
podemos hablar de:
Riqueza
integral:
Es la capacidad de generar riqueza, disfrutarla y administrarla para
sí mismo y el planeta. Es una sensación de plenitud, de realización
personal de bienestar de salud emocional, psíquica y física, de
paz. La riqueza integral se ve en pocos individuos que llegan a estos
niveles sin secuelas de ambiciones desmedidas, de trabajos adictivos,
de perdidas personales, rupturas, divorcios, perdidas de salud y
calidad de vida, sino al contrario llegan en el vehículo de la paz
personal y la generosidad.
Nuestro
planeta posee pocos, pero interesantes ejemplos de personas ricas y
felices, integradas en una profunda y consistente calidad de vida.
Riqueza
material:
Cuando la persona solo posee una enorme cantidad de bienes materiales
y dinero, pero no disfruta de una sensación de paz, prosperidad
integral y sentido de abundancia.
Incluso el dinero puede haberse
obtenido al margen de la ley, como en el caso de narcotráfico,
prostitución, tráfico ilegal de armas, estafas, corrupción
política, etc. lo cual puede implicar una enorme riqueza material y
una baja calidad de vida, de valores, en sensación de propósito, de
disfrute integral .
Por
ejemplo desde un punto de vista, el material, podríamos estar
ubicados en nivel: confort, pero internamente seguimos sintiendo
mucho miedo a perder nuestros bienes y no disfrutamos plenamente lo
adquirido. También ocurre que observamos personas que creemos muy
básicas o ignorantes pero poseen dinero y lo saben manejar sin
siquiera haberlo estudiado y por el contrario nos encontramos con
personas que no poseen bienes materiales de ningún tipo, pero se
sienten felices, y satisfechas, como si vivieran en abundancia e
incluso poseen mucha sabiduría, buena calidad de vida pues se
encuentran saludables, y satisfechas de sí.
Lo
ideal es elevarnos a cada nivel desde una perspectiva global.
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Fuente:
MANUAL
DE PROSPERIDAD Y ABUNDANCIA ECONOMICA.
Claudia
Arbelaez. www.mere-ser.com
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