El
Secreto de la Mente Millonaria
H.
Eker identifica al rico, al pobre y a la clase media, no por el
volumen de dinero que posean en su cuenta bancaria, sino más bien
por la actitud mental.
El
autor de este best seller, sugiere de modo insistente que pensar como
el rico, lleva a actuar como el rico y esta actitud solo atrae más
riquezas a la vida de quien tiene, dichos pensamientos.
Más
allá del extracto social al cual el individuo pertenezca en el
presente, cualquiera puede subir en su escala de status financiero,
siempre y cuando siga unas reglas sencillas y modifique su forma de
pensar, ya que para Harry Eker, la única diferencia, está en la
actitud mental de cada uno.
Basado
en el principio de que los pensamientos generan sentimientos y
los sentimientos generan acciones, es fácil deducir que las acciones generadoras de riquezas, proceden de pensamientos de riqueza. Es decir, piensa como rico y serás rico.
los sentimientos generan acciones, es fácil deducir que las acciones generadoras de riquezas, proceden de pensamientos de riqueza. Es decir, piensa como rico y serás rico.
Crear
riquezas:La principal y más importante diferencia en la forma de
pensar entre un rico y un pobre, radica en que el rico piensa que es
él quien controla y decide su vida, que puede hacer su destino, en
definitiva, que su vida es algo que él decide. En cambio el pobre,
piensa que la vida sólo son acontecimientos que le suceden sin que
él pueda hacer demasiado para cambiarlos.
Las circunstancias
negativas siempre encuentran un culpable externo y se ubica
preferentemente en el papel de víctima. La diferencia radica en que
el rico tiene el control de su vida y el pobre cree que no puede
tenerlo.
La gente rica mantiene una responsabilidad constante con el pensamiento de generar riquezas, en cambio el pobre solo mantiene un deseo de ser rico, un simple sueño que no logra concretar, ya que cuando piensa en ser rico, sus pensamientos derivan a los posible problemas que tienen los ricos y se auto convence de que es mejor seguir como está.
Por tanto, según la Ley de Atracción, el pobre
con su actitud sólo atraerá más pobreza a su vida. El
pensamiento de la gente que gana dinero, está focalizado
primordialmente en las oportunidades, el rico, ve oportunidades en
todos lados y bajo cualquier circunstancia.
El pobre, sin embargo, se
centraliza más en los obstáculos y sus decisiones están basadas en
el temor a fracasar o en el temor al éxito, que aunque parezca
inverosímil, es mayor que el miedo al fracaso. El pobre prefiere
secundar en lugar de liderar, elige ser espectador mientras que el
rico elige ser protagonista.
Ganar dinero sigue siendo una cuestión
de actitud. En materia de inversiones cuanto mayor es la ganancia
mayor es el riesgo y como los ricos ven oportunidades, los ricos
están dispuestos a arriesgar. Están convencidos de que, si las
cosas no funcionan como lo esperaban, siempre tendrán otra
oportunidad.
Un vídeo estupendo que te va a encantar.
e
No hay comentarios:
Publicar un comentario