miércoles, 23 de abril de 2014

Por qué Procrastinamos



Relata el Dr. Steel en su recomendablelibro Procrastinación (DeBolsillo) el caso del poeta romántico inglés Samuel Colerigde que arruinó su existencia por su fortísima tendencia a dejar sus asuntos para otro momento:

no contestaba las cartas, no cumplía sus plazos de entrega y
se etenizaba en acabar sus poemas. Para colmo, era adicto
al opio, una de sus distracciones favoritas. Uno de sus más
célebres poemas, el Kubla Khan, inspirado por el sueño del
laúdano, en vez de 200 o 300 versos que el poeta preveía,
solo tiene 54. "



Su existencia se convirtió en una sordidez de
procrastinación, excusas, mentiras, deudas, degradación y
fracaso. Y acabó triste, solo y perseguido por sus acreedores.


Hoy en día, los procrastinadores por antonomasia son los
estudiantes universitarios, a quienes los psicólogos estudian
incluso, como un grupo aparte del resto de la población debido
a su carácter intrínsecamente postergador en sus tareas.

Si usted ha sido estudiante, lo entenderá a la perfección:
es el momento de la vida en el que se combina la libertad
del adulto con la falta de responsabilidades del menor y los
objetivos a largo plazo como exámenes y trabajos ... El cóctel
procrastinador perfecto.

Pero ¿por qué procrastinamos nuestras decisiones? Cuenta
en su libro Piers Steel que probablemente se trate de un asunto
de la evolución. Los seres humanos somos iguales a como
éramos hace muchos miles de años y nuestras preocupaciones
han sido siempre inmediatas: comer, dormir, escapar
del depredador, reproducimos ...Estamos programados para
actuar y obtener la recompensa en ese momento.


Por eso
preferimos entretenemos con cualquier cosa que nos dé
satisfacción rápida (y cada vez hay más distracciones que nos
bombardean desde todos los ángulos) que embarcamos en
un trabajo laborioso que nos será abonado o recompensado
dentro de bastante tiempo. Aunque esta teoría no es compartida
totalmente por toda la comunidad científica.



La Procrastinación es básicamente una conducta de evasión, que busca evitar aquellas realizar aquellas tareas que no nos suscitan una recompensa intensa e inmediata, o de las que no somos capaces de interiorizar sus beneficios posteriores a corto, medio o largo plazo; y su reemplazo por otras tareas distintas a las que nos entregamos con extremo entusiasmo y eficacia, aunque no son urgentes ni necesarias para nuestros proyectos.

La inteligencia creadora, esa gran maravilla de la evolución de la que —mientras no sepamos descubrir lo contrario— somos el máximo exponente, es la que maximiza el número de posibles soluciones o respuestas a partir de unos datos de entrada, que pueden provenir de la experiencia directa de los sentidos o de la reflexión interior. Una mente con una inteligencia creadora muy desarrollada, será capaz de visualizar con agilidad las muchas posibilidades que pueden surgir a partir de una situación concreta, y fantasear con ellas hasta lograr plasmar una de ellas en la realidad, o no y perderse en divagaciones abstractas que jamás verán la luz. 

Eres proscrastinador con tus sueños ? Con tus deseos ? Con tu manera de ver la vida ? 

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I YOROKOBU 
http://procrastinacion.org/



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